La formación del coach: asegúrate que el coach ha recibido una formación y tiene una acreditación de la misma. Por desgracia, como en muchas profesiones, en el coaching hay mucho intrusismo y es necesario formarse en esta disciplina, diferente de la formación, el asesoramiento. La experiencia en alguna de ellas no cualifica a una persona como coach. Averigua qué tipo de formación ha recibido y si ha obtenido una certificación, que normalmente acredita al coach con una experiencia superior a 100 o 150 horas de coaching.
La especialización: Dependiendo de qué tipo de coaching necesitas, coaching personal, coaching ejecutivo, empresarial, un coach con una formación y experiencia u otra podrá ayudarte mejor a conseguir tus objetivos. Si estás en una época de cambio de trabajo, de re-orientación de tu profesión, tal vez necesites un coach ejecutivo, pero si estás en un proceso de separación, de conflicto personal, un coach personal podrá ayudarte mejor. La especialización del coach es importante. Pregúntale en qué área se siente más capacitado, cuál es su área de fortaleza y sé honesto sobre quién eres y qué sientes que necesitas. Un buen coach no tendrá inconveniente en referirte a otro compañero que pueda ayudarte mejor o que sea más indicado para aquello que necesites.
Su experiencia: aunque un buen coach puede trabajar sobre cualquier tipo de situación que se le plantee, generalmente un coach que conozca y comprenda tu mundo y circunstancias llevará el proceso de una manera más efectiva que alguien que no tiene experiencia en ello. Por ejemplo, un coach que ha ejercido como directivo tendrá mayor facilidad para ayudar a una persona que dirige equipos o ejerce un liderazgo sobre un área o personas. Asegúrate que el coach que elijas conoce el tipo de situaciones que vas a plantear.
La química es algo importante en una relación de coaching. El coach debe ser alguien en quien confíes y respetes, alguien a quien te apetezca contarle tus sentimientos, alguien a quien abrirse y con quien compartir. Muchos coaches comentan que un alto porcentaje de sus clientes son similares a ellos mismos: en otras palabras, la gente tiende a sentirse atraída por aquellos que se le asemejan. Una sesión inicial complementaria que te permita “probar antes de comprar” es una buena forma de comprobar si hay química entre vosotros antes de comprometeros a iniciar la relación de coaching. Si es necesario, haz varias pruebas con diferentes coaches antes de decidirte por uno de ellos.
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